miércoles, 13 de junio de 2012
CRECE - Intermon Oxfam
CRECE es una campaña internacional de Intermon Oxfam con la que se pretende conseguir justicia alimentaria.
El aumento del precio de los alimentos, el cambio climático y el acaparamiento de tierras son algunos de los factores que mantienen un sistema de alimentación mundial injusto e insostenible.
Hasta hace un par de años, estábamos consiguiendo avances reales: el número de personas hambrientas en el mundo decrecía, despacio pero a un ritmo constante. Ahora, estos avances se han invertido y la cifra ha alcanzado los mil millones, algo nunca visto.
Si no se emprenden acciones urgentes, esta cifra no dejará de aumentar, arruinando la vida de millones de personas, minando el crecimiento económico de países de todo el mundo, y aumentando la inestabilidad internacional.
http://www.intermonoxfam.org/es/campanas/proyectos/crece
http://www.intermonoxfam.org/es/campanas/proyectos/crece
viernes, 8 de junio de 2012
Jean Ziegler:
"Los amos del mundo deciden a diario quién va a
morir de hambre".
Critica –y mucho– desde
dentro. Lo hace con un currículum que mezcla su labor en la ONU y sus clases como profesor
emérito de Sociología en la
Universidad de Ginebra. Ziegler contesta a 20 minutos a
su paso por Madrid para presentar 'Destrucción masiva. Geopolítica del hambre', (Ed. Península). El que muchas voces consideran el azote del capitalismo habla un español que le permite citar
a Machado sin titubeos.
En pleno
siglo XXI seguimos enfrentándonos al problema del hambre. ¿Qué ha fallado y qué
sigue fallando?
Es el escándalo del siglo. Algunas cifras (dela FAO ). En 2011, cada cinco segundos un niño de
menos de 10 años moría de hambre. Más de 1.000 millones sufren permanentemente
subnutrición, de los casi 7.000 millones de habitantes que somos. La FAO también dice que la agricultura
mundial podría alimentar a 12.000 millones de personas, casi el doble de la
humanidad. Cuando un niño que muere de hambre ahora es un asesinato.
Es el escándalo del siglo. Algunas cifras (de
¿Qué
falta? ¿Voluntad política?
Es un problema de acceso de
alimentos. Vivimos un orden caníbal del mundo. El mercado alimentario está
controlado por una decena de sociedades multinacionales inmensamente poderosas: controlan el 85% del maíz, arroz, aceite... Estos amos del mundo deciden a
diario quién va a morir y a vivir. Fijan precios. Este poder debe ser
controlado por los gobiernos democráticos.
Hace falta juzgar a los especuladores por
crímenes contra la humanidad
¿Cómo?
Es muy fácil. Podemos conseguir que los diputados reformen la ley sobrela Bolsa. Las Cortes
pueden votar una línea suplementaria diciendo que está prohibida de modo
absoluto la especulación sobre alimentación de base (maíz, trigo, arroz). Es
técnicamente muy fácil. Y necesita una movilización popular. El dumping
agrícola (exportar productos a precios bajos), la deuda externa, el robo de tierras,
la especulación, los agrocarburantes... asesinan a millones y millones de
personas. Están hechos por el hombre y pueden ser quebrados por la
contraviolencia del hombre.
Es muy fácil. Podemos conseguir que los diputados reformen la ley sobre
¿Cuáles
son los retos inmediatos por los que empezar?
Uno de los dramas principales
es el precio muy alto de alimentos básicos (maíz, trigo y arroz). El vandalismo
bancario, los grandes especuladores, los hedge funds, con su obsesión por el
beneficio, han arruinado los mercados financieros del mundo. Los grandes hedge
han migrado. Han ido a las bolsas financieras de materia prima, especialmente
las agrícolas. Con beneficios astronómicos. Cuando los precios aumentan, la
muerte se instala. Yo he dicho que necesitamos un nuevo Tribunal de Núremberg
para juzgar a los especuladores por crímenes contra la humanidad. Entre el
hambre en el mundo y la criminalidad organizada hay una relación muy estrecha.
En
España, Europa, Occidente... el ciudadano teme ahora por sus ahorros, por el
rescate de los bancos con su dinero. ¿Cómo hacer que no se olvide de un
problema como el hambre?
Pienso que puede darse un
egoísmo legítimo, no el cínico. Puede parecer legítimo en la situación actual,
pero si la crisis va a progresar (y va a hacerlo) viene un punto donde se va a
producir una toma de conciencia. La primera reacción es protegerse. La segunda,
intentar comprender y organizar la defensa colectiva. Aquí, la solidaridad va a
ganar.
¿Y
entonces...?
La crisis en España y en
Europa es grave. Es terrible. Pero provoca una toma de conciencia. La gente
quiere saber cómo es posible que se llegue a una situación así. Y si progresa
en esta investigación descubre que hay un destino común entre los hambrientos
en África y el sufrimiento aquí. El enemigo es el mismo: la oligarquía
financiera multinacional. Necesitamos una insurrección de la conciencia para
acabar con la dictadura mundial del capital financiero. Desde esta toma de
conciencia puede nacer y va a nacer un frente común de solidaridad, de
resistencia transcontinental. El Che dice: «Los muros más potentes se quiebran
por fisuras». Ya se ven fisuras en todas partes.
¿Qué
papel juega el 15-M?
Muy interesante. El más
interesante en Europa. La juventud es la esperanza de un pueblo. La
insurrección de la conciencia se va a producir aquí, en Europa. Y España está a
la vanguardia.
La insurrección de la conciencia llegará en
Europa. Y España está a la vanguardia
¿Estamos ante el suicidio del mundo capitalista?
El modelo quebró. Es el fin del capitalismo. La gente ya no quiere saber más de él: destruye naturaleza, hombres y democracia. Están amenazados.
El modelo quebró. Es el fin del capitalismo. La gente ya no quiere saber más de él: destruye naturaleza, hombres y democracia. Están amenazados.
¿Hacia
dónde vamos?
Una insurrección va a
comenzar, eso es elemental. Pero el proceso revolucionario es muy misterioso.
Sabemos el horizonte que queremos: sociedad de autosuficiencia alimentaria, de
libertad individual, de igualdad, de Estado de derecho, seguridad... Cómo llegar
es el misterio. Antonio Machado, el gran poeta, escribe: «Caminante, no hay
camino, se hace camino al andar».
Mientras,
la ONU es vista
por muchos sectores como burocracia y poca resolución.
Terrible. Es una ruina, algo
trágico. La ONU
no puede funcionar sin credibilidad. La única fuerza que tiene es la
credibilidad moral, la fuerza de convicción. Y si la pierde, esto hace que sea
impotente en la lucha contra el hambre y contra dictaduras como Siria. Un
ejemplo reciente: Roberto Flores, embajador de Honduras en Ginebra, es un
golpista contra el régimen democrático de dos años atrás. Este embajador es una
figura central en el Consejo de Derechos Humanos. Es el último escándalo, pero
ha habido muchos otros. Esta situación explica la falta de credibilidad, y esto
significa impotencia.
Vía 20minutos.
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