miércoles, 16 de octubre de 2013

QUIJORNA Y LA MENTIRA, DE LOS HECHOS AL PAPEL

Es obvio que el ser humano es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, quizás eso pueda incluso disculparse, pero que te intenten restregar mentiras por la cara resulta cuanto menos bochornoso. Los hechos van más allá de la mera ideología, son directamente un atentado a la inteligencia humana. La realidad es la que es salvo para el que no la quiere ver. Aquí, en Quijorna, son muchos los ciegos, ese no es el problema, con cultura y formación se puede curar, a ello me presto con gusto. Lo que no tiene cura es el panfleto aclaratorio-acusatorio del consistorio recibido una semana después de los autos en cuestión.

El texto no es que raye el absurdo, es que miente en cada uno de sus puntos. Miente al afirmar que existían elementos de los dos bandos, sí, miente, en primer lugar por la proporción, todas las imágenes hablan por sí solas, en segundo lugar por la falta de rigor histórico; la participación de la Alemania nazi en el conflicto fratricida español fue mínima en cuanto al factor humano, no así en el tecnológico, de tal modo la presencia de esvásticas, cruces de hierro… está totalmente fuera de lugar en una exposición sobre la Guerra Civil, tal y como nos han vendido. Miente al equilibrar, foto incluida, la imaginaria de ambos bandos. El sistema republicano era democrático, sin ser perfecto, garantizó y amplio los derechos individuales de todos los habitantes de la España de los años 30, sin querer ser demasiado extenso, igualó por primera vez ante la ley a hombres y mujeres (todavía arrastramos la gran lacra de la violencia de género), permitió la libertad de conciencia, separo la Iglesia del Estado, permitió a todos los españoles decir y pensar lo que buenamente quisiesen. Repito, no era perfecto, pero era legal y democrático. El alzamiento militar y el posteriormente autodenominado bando nacional nacieron con el fin de aniquilar estos principios devolviendo a nuestro país a lo más profundo de la caverna ideológica, caciquil, terrateniente, católica y militarista de los decenios anteriores. Franco y sus lacayos originaron un conflicto que dejo en el fango a más de 300.000 compatriotas, más de 500.000 cruzaron la frontera, y muchos de los que se quedaron vivieron los años de la más dura represión. Dejemos la careta de la amnistía de la transición a un lado, no todos fueron iguales. Paul Preston, Alberto Reig Tapia, Enrique Moradiellos, Santos Juliá, Julián Casanova, Francisco Espinosa Maestre, Antony Beevor, Francisco Moreno Gómez… y un largo e interminable etcétera de los mejores y más reputados historiadores son claros, el bando nacional aniquiló en la guerra de retaguardias a más del triple de personas que sus enemigos republicanos. Esta es la historia salvo para algunos tertulianos pseudo-historiadores que habitan por lo más oscuro del enfrentamiento ideológico y la autojustificación comparativo como el omnipresente Pio Moa and Cia.

No señora alcaldesa, no damas y caballeros del Partido Popular, no es lo mismo, no lo son, y no es válido lo del y si…, la Republica, su gobierno democráticamente elegido en las urnas, fue primero asaltado y después violentamente masacrado por un régimen que durante casi cuatro décadas prohibió hasta lo “improhibible”, todas y cada una de las libertades individuales.

Pero ustedes siguen mintiendo, si, miente. El funesto acto del domingo 29 junto a la iglesia de nuestro municipio no fue un homenaje a todos los caídos por España, fue un acto, como todos lo que se realizaron durante la dictadura, en honor y gloria de los muertos de un solo bando. Los títeres que desfilaban disfrazados de falangistas no estaban rindiendo tributo alguno a los milicianos republicanos. La impoluta placa con la que ahora podemos disfrutar todos los vecinos de Quijorna no hace referencia a ningún soldado caído en defensa de la República. No creo que haya referencia alguna de simpatizante Republicano que siga al lema: Caídos por Dios y por España.

Esos héroes vitoreados durante la celebración, esos ilustres del pueblo que lucharon por engrandecer la gloria nacional, que se dejaron la vida por, ni más ni menos que España, eran, los que eran, y los que los mantean cual campeones de no sé qué competición, son los que son, y sus representantes estaban dando discursos y aplaudiendo el día indicado a la hora señalada en el lugar oportuno.

Pero he de reconocer que no todo son mentiras, es verdad que tanto como en la Gaceta como en Intereconomía hacen referencia a los acontecimientos citados. Sin duda son dos medios de comunicación, en realidad uno, que han destacado a lo largo de su “extensa” historia por su marcada ética y objetividad periodística. No hay duda de que cualquier habitante del pueblo que quiera estar “bien informado” acudirá, cual NODO, a los medios citados por el panfleto, seguramente pagado por todos, del excelentísimo Ayuntamiento de Quijorna. Desde luego ni lean El País, ni vean la Sexta, Cuatro ni Telecinco…


D. N. T.
Licenciado en Historia por la Universidad Autónoma de Madrid.
Máster en Historia de España Contemporánea por la UNED.




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